Bueno, estoy segura que ya deben haber leído mi reseña de la trilogía, pero, ahora que he decidido hacer segunda vuelta (es decir, segunda lectura de los libros) he decidido re-editar la reseña.
Aquí les dejo la reseña anterior:
La continuación se alarga más en lo referente a Katniss, Petta, Gale, su mundo, etc. Los Juegos del Hambre se vuelven más interesantes, pero transcurren demasiado pronto y me parece que fue demasiado apresurado. Peeta vuelve a enternecernos con su amor incondicional y el libro vuelve a sorprender.
Sin embargo, la trama empieza en crescendo, para después dejarte helado con el final. Ni 5 segundos después de haber terminado el segundo libro, ya estaba leyendo el tercero.
A pesar de ser muy bueno, es menos genial que el segundo y me parece que es más una transición para el gran final.
Bueno, gracias a esta re-lectura me he dado cuenta de que a veces, es necesario leer un libro dos veces, o de lo contrario, se puede caer en errores. Esta segunda vuelta ha sido como ir comiendo un delicioso pastel pero de a poquitos (y no de un solo bocado, como en la primera vez que leí la trilogía, que me devoré los 3 libros en... ¿qué?, ¿48 horas?, para que se figuren...), porque obviamente yo ya sabía lo que iba a suceder, así que, la emoción fue superada por la comprensión y he aquí mis conclusiones:
Sinopsis:
Contra todo prónostico, Katniss ha ganado Los Juegos del Hambre. Es un milagro que ella y su compañero del Distrito 12, Peeta Mellark, sigan vivos. Katniss debería sentirse aliviada, incluso contenta, ya que, al fin y al cabo, ha regresado con su familia y su amigo de toda la vida, Gale. Sin embargo, nada es como a ella le gustaría. Gale guarda las distancias y Peeta le ha dado la espalda por completo. Además se rumorea que existe una rebelión contra el Capitolio…
Fuente: Lecturalia
Comentario personal:
Nos encontramos con Katniss en un momento en que se ha quedado como en el aire, es decir, su vida ha dado un giro tan extraordinario, que se siente perdida, porque todas las raíces que tenía han desaparecido. Así que, obviamente, va a extrañar mucho los viejos tiempos...
Su relación con Gale tampoco es buena. Después de los Juegos, ocurre algo entre ellos que hace que jamás puedan volver al pasado y es que, como todo buen mejor amigo, el tonto de Gale no se da cuenta de lo que tiene hasta que ya no puede tenerlo.
Esto, sumado a otras presiones de Katniss (como el hecho de que tiene pesadillas, sobre la arena, no la culpo, semejante experiencia deja traumas, y debería agradecer que solo son pesadillas, hay cosas peores) la tiene muy confundida y yo ciertamente, la entiendo muy bien. (Demasiado para los 17).
Peeta es otra historia, está tan enamorado de ella como antes (si es que no más) y aunque tiene el corazón roto y ninguna esperanza - ni siquiera de ser su amigo, como dice la misma Katniss en el libro-, estará ahí para cuando ella lo necesite (esto es lo que llamo amor).
Con respecto a esto, lo que yo puedo decir en conclusión es que, aunque Katniss está entre Gale y Peeta, en cierto sentido, creo que todo lo de Gale es lo que la confunde (ya saben, cuando se ha cruzado esa línea imaginaria, entre mejores amigos, es fácil confundir sentimientos), porque si creo que aunque la distraída no se ha dado cuenta, Peeta se le ha colado en su corazón de forma permanente.
Me di cuenta gracias a esta parte:
Peeta se pasa cada día para traerme bollos de queso y empieza a ayudarme a trabajar en el libro familiar. Es una cosa vieja, hecha de pergamino y cuero. Algún herborista de la parte de mi madre lo empezó hace mucho tiempo. El libro está compuesto de página tras página de dibujos de tinta con descripciones de sus usos médicos. Mi padre añadió una sección de plantas comestibles que fue mi guía para mantenernos con vida después de su muerte. Durante mucho tiempo, he querido grabar mis propios conocimientos en él. Cosas que aprendí por experiencia o por Gale, y después la información que conseguí cuando me estaba entrenando para los Juegos. No lo hice porque no soy ninguna artista y es crucial que los dibujos estén hechos hasta el más mínimo detalle. Ahí es donde entra Peeta. Algunas de las plantas ya las conoce, de otras tenemos muestras secas, y otras las tengo que describir. Hace bocetos en pedazos de papel hasta que estoy satisfecha de que están bien, después dejo que los dibuje en el libro. Después de eso, escribo con cuidado todo lo que sé sobre la planta. Es un trabajo silencioso y absorbente que me ayuda a mantener la mente apartada de mis problemas. Me gusta mirar sus manos mientras trabaja, haciendo que una página en blanco florezca con golpes de tinta, añadiendo toques de color a nuestro libro previamente negro y amarillento. Su cara toma una expresión especial cuando se concentra. Su expresión habitualmente relajada es reemplazada por algo más intenso y lejano que sugiere todo un mundo encerrado dentro de él. He visto fogonazos de esto antes: en la arena, o cuando habla a una multitud, o aquella vez que apartó de un manotazo las armas de los agentes de la paz que me apuntaban en el Distrito 11. No sé exactamente qué pensar de ello. También me vuelvo un poco obsesionada con sus pestañas, en las que habitualmente no te fijas porque son tan rubias. Pero de cerca, a la luz del sol que llega oblicua por la ventana, son de un claro color dorado y tan largas que no sé cómo evitan enredarse todas cuando parpadea.
Es posible que cometa el pecado de la parcialidad, pero no encontré algo parecido con Gale, ni mucho menos (en el libro 2, por lo menos no, me falta repasar el tres), excepto talvés cuando lo latigan, pero, no se le parece a esta extraña ternura que sentí leyendo estas palabras.
(Si cuando leí esta parte, me sentía tan ensimismada, viendo la escena en mi cabeza, que me desperté a punto de besar el monitor - y entonces saqué en limpio esa conclusión).
Sigamos...
En cuando al capitolio, el presidente Snow y todos los demás: desde el truco con las bayas de Katniss, el país se ha sumido en fogonazos intensos de rebelión, es como cuando se respira en el ambiente, algo tenso, a punto de estallar. Por supuesto, en los distritos, es más fácil que se den cuenta de el verdadero significado de las cosas (por lo mucho que padecen, me refiero a los mensajes subliminales, implícitos y verdaderos), no así en el Capitolio.
Lo gracioso es que se presenta el mismísimo presidente a amenazar a Katniss y por supuesto, algo natural, el querer proteger a los que ella quiere, ella acepta servirle de perrito circense, solo para acabar en nada...
Todos los intentos de Katniss por complacer al presidente se vuelven inútiles y lo único que sabe hacer ese hombre es presionar (digamos que la situación se vuelve drástica para el Distrito 12). Lo gracioso es que no puedes presionar a alguien tanto tiempo..., la persona acaba estallando, se vuelve y te clava un cuchillo (creo que los dictadores deberían tomar en cuenta esta conclusión).
Todos los intentos de Katniss por complacer al presidente se vuelven inútiles y lo único que sabe hacer ese hombre es presionar (digamos que la situación se vuelve drástica para el Distrito 12). Lo gracioso es que no puedes presionar a alguien tanto tiempo..., la persona acaba estallando, se vuelve y te clava un cuchillo (creo que los dictadores deberían tomar en cuenta esta conclusión).
La chispa se ha encendido, pero ya no hay manera de controlarla, lo que sí pude ver es que, los intentos desesperados del presidente por mantener su sumisión sobre el país, lo único que consiguen es el efecto contrario (por eso, se les llaman intentos desesperados, rara vez funcionan - en la desesperación, no hay razón -) sí, me refiero al Quarter Quell, en donde envían a los tributos ganadores se les envía de vuelta a la arena, lo cual en mi opinión, lanza un mensaje bastante directo sobre: "ni siquiera los más fuertes de entre ustedes, pueden sobrevivir a la fuerza del Capitolio", pero en un momento inadecuado, por que, más que apagar las llamas, las revive, hasta entre los habitantes del Capitolio, que se sienten realmente unidos a sus vencedores (es más fácil ver morir a niños desconocidos, que a personas de quienes sabes mucho).
En cuanto a la arena, es realmente genial: creo que una de las más originales (si bien, mi comparación solo es de dos).
Los otros personajes del libro también salen muy bien parados y son mucho más variados, que los niños del 1, quizás, por lo mismo que son vencedores con historia.
Finnick me resulta especialmente gracioso, es decir, el típico chico guapo, don perfecto, etc, etc. sobretodo, cuando intenta seducir a Katniss - me mato de la risa, aunque si yo fuera Katniss, viendo desde adentro, me sentiría igual que ella -; tiene tanto sentido común y ha aprendido a moverse por el mundo en el que vive y a dejar de ser tan ingenuo - no como nuestra protagonista, que hay cosas que aún no entiende -, a pesar de calcularle unos 24 años.
Johanna: que si bien, odia a nuestra protagonista, después de descubrir que el Capitolio le ha quitado todo lo que quería, lo único que puedo hacer es entender su ferocidad y ese "me vale todo", que la acompaña. Yo pasé por algo así, llegas a estar tan dolida, que hay un punto de insensibilización, y para no sufrir más, o porque ya no te queda nadie o nada que valga la pena - según tú-, escupes pestes al mundo - que ya de por sí, el mundo es una asquerosa peste maldita, pero esto es otra cosa -.
Beetee y Wiress: que si bien la primera vez que lo leí, creí que eran esposos - ahora, ya no estoy tan segura - son de esos típicos "locos" que tienen más de cuerdo que los propios cuerdos. Y son mucho más inteligentes que los otros tributos - esto ni dudarlo, sobretodo, cuando avanza la lectura. Lo peor que se puede hacer es subestimar a las personas.
Creo que ya no puedo seguir - porque entonces, la reseña se hace larguísima-, solo les diré que, recuerdo que la primera vez que leí el libro, lo hice de un tirón, pero ya la segunda, lo único que hago es comprender mejor y encajar las piezas. La novela es magistral y si bien, los juegos son algo cortos, encaja perfectamente con la intención de los organizadores de los mismos: acabar cuanto antes con los juegos tan impopulares. ¿Es decir, si esa es la intención de los personajes del libro, como iba la autora a alargar algo?, sería una contradicción y más que escritor, sé es una narrador, quienes llevan la batuta son los personajes una vez los sueltas, de lo contrario, no serías escritor, sino titiritero (comprobado).
Misterio, confusión, acción, terror psicológico, complejas tramas con fondos ocultos, al final, parece novela de espías, etc, etc. Todo esto y más te ofrece la segunda parte de Los Juegos del Hambre. Así que, ahora que lo he disfrutado igual que al vino, de a sorbitos, no me resta nada más que, darle una nueva puntuación:
Johanna: que si bien, odia a nuestra protagonista, después de descubrir que el Capitolio le ha quitado todo lo que quería, lo único que puedo hacer es entender su ferocidad y ese "me vale todo", que la acompaña. Yo pasé por algo así, llegas a estar tan dolida, que hay un punto de insensibilización, y para no sufrir más, o porque ya no te queda nadie o nada que valga la pena - según tú-, escupes pestes al mundo - que ya de por sí, el mundo es una asquerosa peste maldita, pero esto es otra cosa -.
Beetee y Wiress: que si bien la primera vez que lo leí, creí que eran esposos - ahora, ya no estoy tan segura - son de esos típicos "locos" que tienen más de cuerdo que los propios cuerdos. Y son mucho más inteligentes que los otros tributos - esto ni dudarlo, sobretodo, cuando avanza la lectura. Lo peor que se puede hacer es subestimar a las personas.
Creo que ya no puedo seguir - porque entonces, la reseña se hace larguísima-, solo les diré que, recuerdo que la primera vez que leí el libro, lo hice de un tirón, pero ya la segunda, lo único que hago es comprender mejor y encajar las piezas. La novela es magistral y si bien, los juegos son algo cortos, encaja perfectamente con la intención de los organizadores de los mismos: acabar cuanto antes con los juegos tan impopulares. ¿Es decir, si esa es la intención de los personajes del libro, como iba la autora a alargar algo?, sería una contradicción y más que escritor, sé es una narrador, quienes llevan la batuta son los personajes una vez los sueltas, de lo contrario, no serías escritor, sino titiritero (comprobado).
Misterio, confusión, acción, terror psicológico, complejas tramas con fondos ocultos, al final, parece novela de espías, etc, etc. Todo esto y más te ofrece la segunda parte de Los Juegos del Hambre. Así que, ahora que lo he disfrutado igual que al vino, de a sorbitos, no me resta nada más que, darle una nueva puntuación:
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