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Sinopsis:
Ana es una niña de once años, pelirroja, pecosa y muy traviesa. Es huérfana desde los tres años y, por error, termina como hija adoptiva de los hermanos Matthew y Marilla Cuthbert, en la granja de Tejas Verdes. Ellos esperaban un muchacho alto y fornido, pero en su lugar apareció Ana. A pesar de la inicial oposición de Marilla, Ana consigue convencerlos de que no la devuelvan al orfanato. La niña se integra rápidamente en el nuevo hogar, y al cabo de poco tiempo ya nadie en la Isla del Príncipe puede imaginarse la vida sin Ana.
Ana, la de Tejas Verdes es una obra juvenil estupenda que por suerte se vuelve a publicar en nuestro país. Una serie de ocho libros que todos deberíamos leer una vez en la vida.
Ana, la de Tejas Verdes es una obra juvenil estupenda que por suerte se vuelve a publicar en nuestro país. Una serie de ocho libros que todos deberíamos leer una vez en la vida.
Comentario personal:
Trama: La historia es sencilla y hermosa. ¿Alguna vez han leído "Mujercitas"?, bueno, esta historia es igual, trata sobre la vida que todos vivimos, pero salpicada de momentos que llegan de vez en cuando, que la hacen especiales, tal y como lo dice uno de los libros (ya ni me acuerdo cúal). En particular, creo que eso es lo que más me gusta, porque la trama es fácilmente identificable con la vida cotidiana y eso logra que se sienta una cercanía muy fuerte, L. M. Montgomery, no escatima en nada para volverlo real, aunque al principio, uno piensa que todo es color de rosa, nos lanza sorpresas en el camino (que no pienso desvelar, porque sino sería gran spoiler). En fin, la trama es entrañable, con toques realistas y cotidianos, con mucha calidez y sin pretensiones. Sencillo.
Personajes:
Ana Shirley: La niña protagonista, ¡esta niña en verdad, es única!, ¡no había terminado el primer capítulo y ya me había enamorado de ella!, tiene una dulzura, imaginación, sencillez, optimismo, intensidad (y me faltan más cualidades), ¡que encanta!, ¡tienen que leerla, no me entenderán hasta que lo hagan!
Marilla y Mathew Cuthbert: Ellos son la pareja que la adopta (pareja de hermanos) y que se convierten en su familia. Mathew es tímido, de buen corazón, muy callado y ¡en fin!, adorable a su manera. Y Marilla es más estricta y dura, algo sarcástica (diría yo) y fuerte. Es como una de esas personas que son fuertes y duras por fuera, pero suaves por dentro y cuando te las conquistas (cosa que hace Ana), muy amorosas.
Diana Barry: Es la mejor amiga de Ana, o mejor dicho, la amiga de la infancia. Esta niña me pareció muy manipulable y demasiado sin voluntad para mi gusto, es casi como si, Ana brilla tanto que a su lado, no queda ninguna luz para que Diana brille (y quizás este acertando en mi apreciación, quizás no...). Eso si, los momentos que pasa con Diana son irrepetibles y esta niña tiene una dulzura sosegada muy atrayente, que nadie puede quitarle.
Rachel Lynde: Es la típica amiga cotilla que se enorgullece de su sinceridad (mejor dicho, de ser grosera con la gente), la verdad, es que no tengo mucho que decir sobre ella, salvo la primera vez que mira a Ana y que da lugar a una de esas situaciones que te dejan con esta cara: O.o
Gilbert Blythe: ¿Recuerdas a ese típico niño que te molesta en la primaria y que te cae mal, pero que en realidad, solo intenta llamar tu atención y cree que esta es la mejor manera de hacerlo?, bueno, esto es. Cualquier pensaría que a más de 100 años, los niños usarían otro método, pero parece que la humanidad no ha cambiado mucho desde los tiempos de Montgomery. Gilbert es lo que yo llamaría un coqueto, un coqueto que se sabe guapo, pero no es de esos coquetos con malas intenciones, más bien es uno de esos coquetos que intentan llamar atención, simplemente porque pueden hacerlo (uff!, ¡ni yo me entiendo!). Lo gracioso es que el niño comete un craso error que la intensa Ana considera imperdonable y le retira la palabra durante 5 largos años, en los cual, una de lectora se va percatando de que el niño está enamorado de ella (y Ana no se da cuenta, ¡Dios!, ¡es terriblemente ciega!). Creo que fue la sinceridad e inocencia de ese afecto, el que me ganó el corazón de Gilbert, porque es algo que solo se le puede calificar como entrañable...
Otros personajes: Todos tienen sus peculiaridades y una personalidad y formas de expresar muy bien definidas, pero para apreciarlos mejor, deberán leer el libro (porque o sino, se me haría largo describirlo aquí).
Géneros:
Comedia: Las situaciones en las que se mete Ana, producto de su encantadora personalidad, logran provocar carcajadas tanto a los personajes como al autor, de esto no falta en la novela, debo decirlo. ¡Se van a divertir leyendo!
Psicológico: El libro contiene como pequeñas perlas, reflexiones sobre la vida, las personas, las relaciones, etc, etc. Te llegan de manera natural y no parece que están ahí por sobrante, sino que, son parte natural de la historia o del personaje o conversación que le sirven de contexto. Aunque, algunos son de lo más gracioso (sobre todo las ideas de una Ana de 11 años sobre el cortejo, ¡morí!)
Romántico: Como suele suceder en este tipo de libros, donde se describen las relaciones y a las personas, el romance no puede faltar, pero, cayendo un poco en la parcialidad, voy a centrarme en Gilbert y Ana (que en este libro se la pasan como enemigos), como el inicio de las intenciones amorosas, pero de una forma inocente, casi como si fuera un ladrón robando momentos y miradas (de parte de Gilbert) y de parte de Ana, el desprecio y enceguecimiento total de las intenciones del chico, porque ella cree que él solo lo hace por fastidiarla (la niña es algo distraída, les diré).
Citas:
—¿No fue bonito el diálogo de los chicos? Gilbert Blythe estuvo simplemente espléndido. Ana, creo que la forma en que tratas a Gil es atroz. Espera a que te cuente. Cuando tú salías de la plataforma después del diálogo de las hadas, se te cayó una rosa del cabello, y vi a Gil recogerla y guardársela en el bolsillo sobre el pecho. Ahí tienes. Tú eres tan romántica que estoy segura que esto ha de gustarte.—Lo que haga esa persona no significa nada para mí —dijo Ana—. Simplemente, ni me molesto en pensar en él, Diana.
A mitad del camino en la colina, un muchacho alto salió silbando de la puerta de la casa de los Blythe. Era Gilbert, y el silbido murió en sus labios cuando reconoció a Ana. Se quitó cortésmente la gorra, pero hubiera cruzado en silencio si Ana no se hubiera detenido, alargándole la mano.—Gilbert —dijo, con las mejillas rojas—, quiero agradecerle que me cediera el colegio. Ha sido un gran detalle de su parte y quiero que sepa cuánto lo agradezco.Gilbert tomó ansiosamente la mano que le ofrecían.—No fue nada particularmente bueno de mi parte, Ana. Me gustó prestar algún pequeño servicio. ¿Vamos a ser amigos después de esto? ¿,Me has perdonado de verdad mi vieja culpa?Ana rió y trató sin éxito de retirar su mano.—Ya te perdoné aquel día en el embarcadero. Fui una estúpida cabezota. Desde entonces, debo confesarte, lo he sentido terriblemente.—Seremos los mejores amigos —dijo Gilbert jubilosamente—. Hemos nacido para serlo, Ana. Has burlado al destino mucho tiempo. Sé que nos podemos ayudar uno a otro de muchas maneras. Tú vas a continuar estudiando, ¿no es así? Yo también. Vamos, te acompañaré a casa.
En conclusión, Ana de las tejas verdes es un libro que nos recuerda que hay magia en la vida cotidiana, que llega en forma de sucesos o en forma de personas; un libro cálido, con el que ries, te sorprendes, te saca sonrisas, (a veces, te desesperas) y lloras (porque parte de la vida también es el dolor). Contiene personajes únicos y entrañables que no olvidarás fácil y que te conquistarán el corazón y momentos que tendrás en tu cabecita imaginativa recordándolos con una sonrisa en los labios. ¡No sé porque conocí estos libros hasta ahora, pero son tan hermosos que creo que todo el mundo debería leer la saga completa (como dice la sinopsis) por lo menos, una vez en la vida!
Puntuación:
¡Un saludo, gente bonita!
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