Un cajón de sastre al azar

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Imagen de Anita Smith en Pixabay
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jueves, enero 05, 2012

Reto: Personajes literarios III

3. Pareja favorita ( Hombre-Mujer; Hombre-Hombre; Mujer-Mujer; cualquiera de las tres o en su caso, las tres)

En mi caso, tengo dos, Hombre-Hombre (no recuerdo haber leído algo de esa literatura, no por prejuicio, sino que, aún no hay una que me llame...)

He aquí el resultado:

Categoría: Mujer-Mujer

Carmilla y Laura (Carmilla de Joseph Sheridan LeFanu)




Fragmentos:

"Siempre que se planteaba una de estas situaciones, me echaba los brazos al cuello, me estrechaba contra su pecho y apoyaba su mejilla en la mía, murmurándome al oído:

—Querida, sé que tu corazón se siente herido. No me juzgues cruel: me limito a obedecer una ley ineludible que constituye mi fuerza y mi debilidad. Si tu corazón está herido, el mío sangra con el tuyo. En medio de mí gran tristeza, vivo de tu exuberante vida, y tú morirás, morirás dulcemente por la mía. Es algo inevitable. Y así como yo me acerco a ti, tú, a tu vez, te acercarás a otros y aprenderás el éxtasis de la crueldad, que es una forma del amor. No intentes saber nada más de mí ni de mi vida, pero ten confianza con todo tu amor.

Y después de haber hablado con una voz suave, queda, me estrechaba entre sus brazos, y sus labios, besándome tiernamente, me inflamaban las mejillas."

"A veces, después de un largo período de indiferencia, mi extraña y bellísima amiga me cogía súbitamente la mano, estrechándomela con pasión. Se sonrojaba y me miraba con ojos ora lánguidos, ora de fuego. Su conducta era tan semejante a la de un enamorado, que me producía un intenso desasosiego. Deseaba evitarla, y al propio tiempo me dejaba dominar. Carmilla me cogía entre sus brazos, me miraba intensamente a los ojos, sus labios ardientes recorrían mis mejillas con mil besos y, con un susurro apenas audible, me decía:

-Serás mía... debes ser mía... Tú y yo debemos ser una sola cosa, y para siempre.
Después se echaba hacia atrás, apoyándose en el respaldo del sillón, cubriéndose los ojos con las manos; y yo me sentía trastornada en lo más profundo de mi ser."

"Sin darme cuenta la enfermedad se había apoderado de mí, la enfermedad más extraña que jamás haya afectado a un ser mortal. Me acostumbraba cada vez más a la sensación de impotencia que invadía todo mi ser. La primera transformación que descubrí en mí era casi placentera, algo parecido a la curva que inicia el descenso al infierno.

Mientras dormía experimentaba una vaga y curiosa sensación. Generalmente era un súbito temblor, agradable, helado, como el que se experimenta cuando uno se baña en un río y nada contra la corriente. Una serie de sueños que parecían interminables seguían al temblor, pero eran sueños tan confusos que nunca conseguía recordar, después, ni el escenario, ni los personajes, ni sus actos. Me dejaban una sensación de terror y de cansancio, como si acabara de realizar un gran esfuerzo mental o de correr un grave peligro. Los únicos recuerdos que me quedaban de todos esos sueños eran la sensación de haber permanecido en un lugar tenebroso, la de haber conversado con gente a la que no podía ver y el eco de una voz femenina tan profunda que parecía hablarme desde muy lejos: una voz que me intimidaba y me sojuzgaba siempre.

A veces sentía el roce de una mano que me acariciaba las mejillas; otras, la presión de unos labios ardientes que me besaban, más apasionadamente a medida que los besos descendían hacia mi garganta. Allí sentía el último beso. Mi corazón latía más de prisa, mi respiración se hacía más entrecortada. Luego experimentaba una sensación de ahogo y, en medio de una terrible convulsión, perdía la consciencia."

¿Porqué es mi pareja favorita?

Carmilla y Laura reflejan muy bien lo que es una relación entre una persona experimentada y otra totalmente inocente. Si se fijan bien es Carmilla la que inicia el cortejo, mientras Laura solo puede mostrarse extrañada y halagada por su conducta, sin poder ofrecer la más mínima resistencia. Es tabú, sí, pero eso no me va ni me viene. Me gusta por esa sensualidad y el sentimiento de impotencia y de nuevas sensaciones, de lo prohibido y lo erótico. Por eso me gusta.

Categoría: Hombre-Mujer

Alex y Lena (Delirium de Lauren Oliver)





Nota: Esta imagen la encontré en Internet y la he usado para representar a los protagonistas, cualquier queja, hacerlo saber (y la puse porque la otra opción era dibujar y de verdad, que no quiero que nadie vea mis garabatos de Kinder)

Único fragmento:

(SPOILER EN TODA REGLA: aunque en sí, no debo preocuparme mucho porque casi toda la blogosfera lo ha leído)

-Oye, Lena, siento muchísimo lo que sucedió en la playa. Tendría que habértelo dicho antes, pero no quería asustarte y que te fueras.
-No tienes que darme explicaciones – digo.
-Pero quiero hacerlo. Quiero que sepas que no era mi intención…
-Escucha – le interrumpo – No se lo voy a decir a nadie, ¿vale? No te voy a meter en líos ni nada parecido.
Se detiene. Noto que vuelve a mirarme, pero mantengo los ojos fijos en la oscuridad.
-Eso no me importa – dice, más bajo -. Lo que quiero es que no me odies.

(…)

-¿Por qué te importa? – digo, apenas un susurro.
-Ya te lo dije – susurra a su vez. Siento su aliento que acaricia el espacio detrás de mi oreja; haciendo que se me erice el pelo de la nuca -. Me gustas.

(…)

Es imposible. Tiene una respuesta para todo. Es demasiado rápido.

(…)

-Odiaba estar aquí. Lo odiaba hasta un punto que no te puedes ni imaginar. La gente tiene un aire aturdido. Odiaba los edificios, los olores, lo cerca que estaba todo. Y las reglas. Reglas por todas partes. Reglas y muros, reglas y muros. No estaba acostumbrado. Me sentía como en una jaula. Estamos en una jaula, una jaula hecha de fronteras.

(…)

-Pasado un tiempo, solo caminaba. Me gustaba observar a los pájaros. (…) Podía pasarme horas mirándolos. Libres, eran totalmente libres. Había pensado que nada ni nadie era libre en Portland, pero me equivocaba. Siempre quedaban los pájaros.

(…)

-La primera vez que te ví, en el Gobernador, llevaba años sin ir a la frontera a ver los pájaros. Pero aun así me recordaste a ellos. Estabas dando un salto mientras gritabas algo, y el pelo se te había salido de la coleta, y eras tan rápida… - mueve la cabeza -. Apenas un destello y desapareciste. Como los pájaros.
Yo no tenía intención de moverme y no había notado que él se moviera, pero, sin saber cómo, terminamos cara a cara en la oscuridad, a pocos centímetros de distancia.
-Todo el mundo está dormido. Llevan años dormidos. Tú parecías… despierta – susurra -. Cierra los ojos, los vuelve a abrir-. Estoy harto de dormir.

(…)

-¿Por qué? – su voz es apenas un suspiro.
Sus manos encuentran mi rostro, sus yemas me rozan la frente, la parte superior de los oídos, el hueco de las mejillas. Por donde toca, esparce fuego. Todo mi cuerpo arde, los dos nos estamos convirtiendo en chispas gemelas de la misma llama brillante y blanca.

-¿De qué tienes miedo? – pregunta.
-Tienes que entender que yo solo quiero ser felíz – apenas puedo pronunciar las palabras. (…) -. Solo quiero ser normal, como todo el mundo.
-¿Estás segura de que ser como todo el mundo te va a hacer felíz?
El más tenue susurro, su aliento en mi oído y en mi cuello, su boca rozando mi piel. Y entonces pienso que tal vez me haya muerto de verdad. Quizá el perro me mordiera y me golpearan en la cabeza y todo esto sea solo un sueño. El resto del mundo se ha disuelto. Sólo queda él. Solo quedo yo. Solo nosotros.
-No conozco otro modo.
No noto que mi boca se abre, no siento las palabras que salen, pero ahí están, flotando en la oscuridad.
-Déjame que te muestre – dice.
Y entonces nos besamos…

¿Porqué los escogí?

Después de leer esto, se convirtieron en mi pareja favorita literaria de todos los tiempos. Lo leí, tuve que aferrarme a la silla, para no caerme y me sentí tan débil que me fuí a dormir. Una siesta no cae nada mal para la recuperación. Recuerdo muy bien que, para la época en que leía este libro, recibí varios correos muy inusuales (uno de los cuales contesté con todo el odio que podían expresar las palabras). Amigos míos, no creo en coincidencias, pero quizás debería empezar. Este libro se convirtió en mi libro favorito y esos dos en una pareja de lo más real, no podría describirla con palabras, no puedo. Por eso mejor divago. Ruego que me disculpen.

Y eso es todo... Hasta la próxima del reto, amigos.

¡Un beso! y cuídense... con mucho cariño... firma,

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